domingo, 11 de febrero de 2018

LAS PINTURAS MURALES



Las pinturas murales objeto de la intervención están situadas en el presbiterio de iglesia, datadas en la primera mitad del S.XV.  El programa iconográfico es tan amplio y complejo, que no existe unanimidad entre los estudiosos acerca de su interpretación. En el cascarón del ábside central se sitúa Cristo en Majestad; La Anunciación ocupa el testero central, dividida la escena por un vano, a la derecha la figura de La Virgen, a la izquierda el Arcángel Gabriel. Debajo de estas imágenes dos bustos masculinos, uno dormido y otro en vigilia (Sicart relaciona estas figuras con el Antiguo y el Nuevo Testamento, sin argumentar las razones). En el siguiente macizo a la izquierda del Arcángel, Santa Catalina de Alejandría. Un busto femenino se sitúa en el espacio inferior. Enfrentada a esta imagen Santa Bárbara, debajo de ella un busto, esta vez masculino (Sicart los relaciona con los fundadores). Forman parte de la Anunciación otros personajes algunos de ellos irreconocibles (profetas y sibilas: Simeón, Ana, Zacarías, Habacuc, Jeremías, David y Daniel, algunos de cuerpo entero, otros en formato de busto).



En el paramento recientemente restaurado San Felipe y Santiago el Menor. En el paramento enfrentado: San Pedro y San Pablo. Bajo la línea de imposta, en la zona central, se nos muestra un Varón de Dolores con los instrumentos de la pasión. Inscritos en un enmarcado rectangular a la derecha un busto masculino dirige su mirada al Varón de Dolores; a la izquierda un busto femenino y otro masculino aparecen afrontados entorno a un ramillete de flores. De nuevo las hipótesis iconográficas son variadas. El conjunto se completa con cartelas vegetales y cortinajes. En el tramo recto del ábside se dejan ver dos rostros complementados, aunque la situación actual no permite su lectura. El arco de triunfo del ábside recoge los más diversos motivos decorativos, repitiéndose de nuevo los enigmáticos bustos. En la zona baja del primer tramo del ábside son reconocibles los escudos de Castilla y León y el de la Orden de Santiago.


Si incierta y misteriosa es la lectura iconográfica, no menos complicado resulta determinar la autoría, en la que de nuevo abundan distintas hipótesis. Chamoso Lamas y Pons-Sorolla atribuyen la ejecución a tres manos. Dos de ellas, cercanas en época, pertenecerían a los autores del tambor del ábside y la bóveda. Un tercer pintor, sería el autor de los paramentos del tramo recto, la bóveda de cañón y el frente del arco triunfal, basándose en las distintas cualidades del revoco. Sicart las atribuye a dos artistas o talleres que realizaron su obra sincrónicamente, argumentando un análisis estilístico.



El primero de estos autores  dejó una inscripción que recorre el arco fajón  “NO ANO DE MILL CCCC XXXIV (ANOS) PETRUS NUNII (o MUNI) DE TURIS (o BURIS) ME FECIT”. Así mismo, la parte inferior de los paramentos rectos conservan inscripciones  que aluden al reinado de Juan II de Castilla (1406-1454).















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