Las pinturas murales objeto de la intervención están
situadas en el presbiterio de iglesia, datadas en la primera mitad del
S.XV. El programa iconográfico es tan
amplio y complejo, que no existe unanimidad entre los estudiosos acerca de su
interpretación. En el cascarón del ábside central se sitúa Cristo en Majestad;
La Anunciación ocupa el testero central, dividida la escena por un vano, a la
derecha la figura de La Virgen, a la izquierda el Arcángel Gabriel. Debajo de
estas imágenes dos bustos masculinos, uno dormido y otro en vigilia (Sicart
relaciona estas figuras con el Antiguo y el Nuevo Testamento, sin argumentar
las razones). En el siguiente macizo a la izquierda del Arcángel, Santa
Catalina de Alejandría. Un busto femenino se sitúa en el espacio inferior.
Enfrentada a esta imagen Santa Bárbara, debajo de ella un busto, esta vez
masculino (Sicart los relaciona con los fundadores). Forman parte de la
Anunciación otros personajes algunos de ellos irreconocibles (profetas y
sibilas: Simeón, Ana, Zacarías, Habacuc, Jeremías, David y Daniel, algunos de
cuerpo entero, otros en formato de busto).
En el paramento recientemente restaurado San Felipe y
Santiago el Menor. En el paramento enfrentado: San Pedro y San Pablo. Bajo la
línea de imposta, en la zona central, se nos muestra un Varón de Dolores con
los instrumentos de la pasión. Inscritos en un enmarcado rectangular a la
derecha un busto masculino dirige su mirada al Varón de Dolores; a la izquierda
un busto femenino y otro masculino aparecen afrontados entorno a un ramillete
de flores. De nuevo las hipótesis iconográficas son variadas. El conjunto se
completa con cartelas vegetales y cortinajes. En el tramo recto del ábside se
dejan ver dos rostros complementados, aunque la situación actual no permite su
lectura. El arco de triunfo del ábside recoge los más diversos motivos
decorativos, repitiéndose de nuevo los enigmáticos bustos. En la zona baja del
primer tramo del ábside son reconocibles los escudos de Castilla y León y el de
la Orden de Santiago.
Si incierta y misteriosa es la lectura iconográfica,
no menos complicado resulta determinar la autoría, en la que de nuevo abundan
distintas hipótesis. Chamoso Lamas y Pons-Sorolla atribuyen la ejecución a tres
manos. Dos de ellas, cercanas en época, pertenecerían a los autores del tambor
del ábside y la bóveda. Un tercer pintor, sería el autor de los paramentos del
tramo recto, la bóveda de cañón y el frente del arco triunfal, basándose en las
distintas cualidades del revoco. Sicart las atribuye a dos artistas o talleres
que realizaron su obra sincrónicamente, argumentando un análisis estilístico.
El primero de estos autores dejó una inscripción que recorre el arco
fajón “NO
ANO DE MILL CCCC XXXIV (ANOS) PETRUS NUNII (o MUNI) DE TURIS (o BURIS) ME
FECIT”. Así mismo, la parte inferior de los paramentos rectos conservan
inscripciones que aluden al reinado de
Juan II de Castilla (1406-1454).